La Planificación Familiar exporta sus conocimientos
Las luchas del MFPF no se limitan a las mujeres francesas. El MFPF quiere promover otra educación en Francia, es decir, «otras condiciones de vida y de trabajo» para modificar las relaciones de dominación y posesión en las relaciones entre mujeres y hombres. Se asocia, pues, a las luchas de las mujeres inmigrantes que viven en Francia y a las de todas las mujeres del mundo.
En 1997 se lanza una campaña conjunta del MFPF y el FNUAP (Fondo de Población de las Naciones Unidas) «para que todas las mujeres del mundo tengan acceso a la educación, la salud y la maternidad segura». Esta leyenda domina un dibujo cuyos personajes y los tonos pastel de colores cálidos están asociados a las realidades del África subsahariana. Una mujer mayor, con pañuelo y bastón, aparece de perfil y con el rostro en la sombra, mientras que, en segundo plano, dos jóvenes se imponen muy claramente, representadas de frente. Una tiene falda, otra pantalón, y ambas tienen carpetas bajo el brazo. El acceso al saber, a la atención sanitaria en general, y una maternidad segura son tres reivindicaciones que están relacionadas con el fin de favorecer la emancipación de las mujeres y permitir el progreso socioeconómico.
No hablamos de aborto ni de contracepción (esto podría desagradar y dividir), sino que empleamos un eufemismo cuando hablamos de «maternidad segura». De hecho, treinta años después de su nacimiento, la Planificación Familiar retoma sus argumentos del principio para convencer, sea donde sea, que es necesario el derecho de disponer de su cuerpo a través de la educación de todas (y todos). Hay, pues, una transposición de la pedagogía de la Planificación Familiar desde sus inicios, que exporta su conocimiento y su experiencia. El modelo de coformación mutua es el que se difunde en el extranjero.