La Planificación Familiar en carteles

Coordination scientifique : Corinne Bouchoux Bibia Pavard

La lucha por la contracepción y el aborto

Un enfant, si je veux…quand je veux (cote AVO92)

Un bebé, si quiero… y cuando quiera (asignatura AVO92), Confederación Nacional de la Planificación Familiar, 1978, cartel, 40 x 60 (cm), París, Centre de Documentation du MFPF, © MFPF.

«Un bebé… si yo quiero… cuando yo quiera». El impacto y el éxito duradero de este eslogan es emblemático en la lucha del MFPF debido al carácter central de esta reivindicación de «poder elegir». Y esto ha sido así desde sus inicios. La imagen de los tres perfiles que acompaña dicho eslogan en este cartel ha impresionado sin duda menos a la opinión pública.

Esto implica un cuestionamiento directo de la ley de 1920 que prohíbe cualquier forma de control y de planificación de la natalidad. La idea que se defiende es que el deseo de ser madre aporta felicidad tanto a los padres como al bebé.

Dicha idea termina imponiéndose tras una larga lucha de varias etapas. Al principio, el MFPF exige únicamente la contracepción para luchar contra el aborto, considerado como una lacra social que surgió al no poder controlar la maternidad. No se trata de liberalizar el aborto, ya que en teoría se reserva solo a algunos casos particulares. Pero en la década de 1970, después de la acción del Movimiento de Liberación de la Mujer (MLF) y la creación del Movimiento por la Libertad del Aborto y de la Contracepción (MLAC) que exigen un aborto libre y gratuito, el MFPF también apoya esta reivindicación. Es el momento en el que las bases del MFPF cambian y las militantes feministas recuperan el control mientras que la mayoría de los médicos abandonan la organización.

Es lo que sugiere este cartel de 1978 que, al contrario de lo que sucede en los primeros carteles, ya no representa a la pareja, sino a las mujeres. El 17 de enero de 1975 se promulga la ley Veil, que autoriza la IVE en las diez primeras semanas del embarazo. La ley es «experimental», con una duración de cinco años. La Planificación Familiar actuará para que se aplique de forma efectiva y para que se adapte definitivamente, lo cual se conseguirá el 30 de noviembre de 1979.

Bebé (no) deseado

La idea principal de la Planificación Familiar es que una maternidad deseada, más que una consentida, es una condición imprescindible para ser felices. A lo largo de los años se emplean dos retóricas diferenciadas para desarrollar este mismo argumento.

De la retórica científica…

«Cuanto más satisfaga un bebé todos los deseos de quienes le reciben en este mundo, más oportunidades tiene de verse satisfecho en el plano afectivo, moral e incluso, por así decirlo, biológico […] y la psicología descubre cada día más lo importante que es el amor y, evidentemente, un amor equilibrado para el desarrollo psíquico e incluso físico de las criaturas».
Contraception, avortement, 1920 : les hommes décident, 1974 : nous décidons nous-mêmes (cote AVO84)

Contracepción, aborto. 1920: los hombres deciden, 1974: nosotras decidimos por nosotras mismas (signatura AVO84), Gilles Tautin, Confederación Nacional de Planificación Familiar, 32 x 45 (cm), París, Centre de Documentation du MFPF, © MFPF.

El papel del MLAC

En 1973 se crea el Movimiento por la Libertad del Aborto y la Contracepción (MLAC), una especie de unión entre el MLF, el MFPF, los sindicatos y los partidos políticos. Tiene dos vicepresidentas: Jeannette Laot, de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), y Simone Iff –entonces vicepresidenta del MFPF–. Es una asociación mixta que reúne a miembros del Partido Socialista francés (PS), del Partido Socialista Unificado (PSU), de la CFDT, y también a personas sin afiliación partidista. La condición para afiliarse al movimiento es aceptar la Carta que mezcla «el vocabulario clásico de la extrema izquierda y de la izquierda» y un «discurso feminista». Esta carta afirma que «el MLAC luchará para que la gente exija la creación de centros que pongan a disposición de todos, en las mejores condiciones, la información sexual, la contracepción, el aborto y su popularización».

El MLAC defiende, pues, la práctica de abortos, lo que da amplia publicidad a su postura. Su especificidad es hacer que esta reivindicación forme parte de los movimientos de izquierdas y, al mismo tiempo, incluirla en la continuación de las luchas de los años 1968.

El cambio de postura del MFPF

En el momento de su creación, Maternidad Feliz apoya la idea de que el aborto es el último recurso que hay que intentar eliminar con el desarrollo de la contracepción. Marie-Andrée Lagroua Weill-Hallé, fundadora de la asociación, se opone personalmente a la liberalización del aborto. En cambio, algunos miembros del colegio de médicos piensan que hace falta actuar por etapas: primero liberalizar la contracepción y luego el aborto. Ellos son los que están detrás de la creación del ANEA (Asociación Nacional para el Estudio del Aborto) en 1969. En 1971, deciden practicar abortos de forma ilegal si el embarazo pone en peligro la vida de la madre o la del bebé, también en caso de violación o incesto, así como para las niñas de menos de 15 años y por «indicaciones sociales de gravedad indiscutible». En estos casos, las mujeres que quieran abortar deberán comparecer ante una comisión formada por un ginecólogo, un partero o cirujano, un médico generalista o especialista, un jurista y un trabajador social. La ANEA se mantiene en la lógica de que los médicos tomen la decisión en el caso de aborto terapéutico.

Es en 1973, durante el 10º Congreso de la Confederación del MFPF, cuando se produce el verdadero cambio. Simone Iff, que estaba a punto de convertirse en presidenta del movimiento, anuncia que, «al no querer huir de sus responsabilidades en las circunstancias actuales, el MFPF, que desde hace quince años lucha por la información sexual y la contracepción, […] se pronuncia a favor del aborto y la contracepción libres y reembolsadas por la seguridad social, es decir, el MFPF se opondrá siempre a cualquier restricción que no permita que la mujer, incluida la menor de edad, decida libremente». Las federaciones del MFPF practicarán, pues, abortos para «exigir responsabilidades a los poderes públicos».

Este comunicado alude a las «circunstancias actuales». Esto nos hace pensar en las presiones ejercidas por el MLF y el MLAC. La legitimidad médica da paso a la legitimidad política. Es lo que muestra este cartel de 1974, donde no solo opone los hombres a las mujeres (el «nosotras» expresa una conciencia de género), sino también la ley a la que se da voz en la calle, y el pasado (1920) frente al presente (1974). Escenifica lo que bien parece una manifestación del MLF: una serie de mujeres que cantan y gritan para afirmar su libertad de elegir. En el momento en el que se está debatiendo la ley Veil, el MFPF expresa la libertad de las mujeres de disponer de su propio cuerpo. El cartel también traduce la eliminación del poder de los médicos dentro de la asociación en beneficio de las feministas militantes y su «base», es decir, las mujeres de la calle.

La liberté d’être mère (cote FEM 155)

La libertad de ser madre (signatura FEM 155), Confederación Nacional de Planificación Familiar, 1986, 47,5 x 68 (cm), París, Centre de Documentation du MFPF, © MFPF.

La aplicación del derecho a abortar

La Planificación Familiar sigue exigiendo mejoras claras en la aplicación de la ley Veil. ¿Cuántos médicos rechazan aún practicar abortos, alegando la cláusula de conciencia? ¿En cuántos hospitales hay que sortear la negativa de los ginecólogos para aplicar el dispositivo previsto por la ley Veil?

Una vez confirmada la ley Veil en 1979, el problema del coste del aborto no desaparece completamente. Su reembolso forma parte de las promesas del candidato François Miterrand. En diciembre de 1982, el MFPF se alegra de este reembolso, ya que el MFPF no es solo una asociación feminista que denuncia, sino que también se alegra de los progresos y avances legislativos. El 65 % de las personas encuestadas en un sondeo aprueban esta medida. Menudo camino se ha recorrido en veinte años…