¿Un feminismo cultural?
El MFPF no es solo el lugar y el vector de difusión de las luchas por el derecho a la contracepción y el aborto. Se trata también de un movimiento de creación y animación cultural que permite reflexionar de manera más general sobre las relaciones entre mujeres y hombres en la sociedad.
Las actividades de la Planificación Familiar se realizan fuera de la capital, también en las regiones muy moderadas políticamente, como es el caso del Anjou. Los rituales se realizan alrededor del 8 de marzo en la década de 1970. Es la ocasión de visibilizar un trabajo clandestino, llevado a cabo durante todo el año, así como llamar la atención de los cargos electos y conseguir algunas simpatizantes o militantes nuevas.
El centro de planificación de Angers
La celebración de los cincuenta años de la Planificación Familiar en 2006 es, para las numerosas asociaciones locales (regionales y sobre todo departamentales), la ocasión de reconstruir su propia historia.
Así, el viernes día 10 de marzo de 2006, la asociación angevina se adentra en sus archivos en torno a algunas pioneras y pioneros (Janie y Pierre Michel, y Fanfan Pierron, entre otros) para presentar los hitos de una historia local aún reciente a través de una exposición y un encuentro. Esta exposición se apoya en el trabajo de Élodie-Cécile Marrel titulado Mémoires et histoire des féminismes (Angers, 1965-1985), un trabajo de fin de carrera defendido en la Universidad de Angers y que, galardonado con el premio Jean Maitron, se publica en 1999 por el Centre Henri Aigueperse d’histoire sociale de la FEN-UNSA.
En 1965, dos enfermeras (Jeanine Sellier y Monique Manceau) y una pareja de profesores militantes laicos se coordinan con ayuda de algunos médicos generalistas, mucho más abiertos que los ginecólogos. La mutua MGEN (Mutuelle Générale de l’Éducation Nationale) los ayuda. Se crean sucursales en Cholet y Saumur. La sección angevina es pluralista, también en el plano filosófico y religioso, aunque van a surgir tensiones en relación con el acceso a la contracepción de menores y el derecho al aborto. Algunos/as se debaten entre el rechazo al aborto y el deseo de ayudar a las mujeres que se encuentran en peligro por culpa de un embarazo no deseado.
Si tomamos un poco de distancia, nos damos cuenta de que estamos idealizando el militantismo y las luchas duramente ganadas. ¿Llevamos la cuenta de las escisiones y contradicciones que están latentes en cada uno/a de nosotros/as? No está claro.
Hasta 1969 no se abandona en Angers la denominación «Maternidad Feliz» por la de MFPF. El centro de planificación, instalado en un «cuchitril de mala muerte», comparte terreno con las «consejeras matrimoniales del Doctor L.», que abogan por una contracepción ligera, al estilo método Ogino.
En la década de 1970, tanto en Angers como en otros sitios, la radicalización del movimiento provoca el abandono de médicos y moderados, de «gente que tenía escrúpulos y que no ha aguantado a causa del aborto» (Janie). Quedan algunos hombres –son la excepción –, afiliados más que militantes. Llegan mujeres jóvenes más «radicales». Jean-Claude (22 años en 1973) se acuerda de que «en Angers reinaba un espíritu libertario… Una decena de militantes activos nos reuníamos dos veces por semana». Eran poco numerosos, pero estaban bien organizados y eran intensamente militantes.
En 1974, las militantes del MLAC se unen a la Planificación Familiar, y en 1977, tras una manifestación, Fanfan decide militar. Años más tarde, y después de haber seguido una formación completa como consejera matrimonial, esta continúa militando.
La fecha importante de cobertura mediática local de la Planificación Familiar es el juicio de Simone C., en enero de 1973, por abortar. La defensa de la acusada es Gisèle Halimi. Dos años antes de la ley Veil, se la condena a diez meses de cárcel y una multa.
En Angers, la ley Veil no cambia mucho enseguida, ya que el hospital no la aplica de manera local. El 15 de junio de 1975, seis meses después del voto de la ley, una manifestación denuncia el hecho de que esta no se aplica. Al parecer no se ha previsto ningún centro de planificación. Más de 200 personas marchan hacia el hospital. El servicio de ginecología se niega a abrir una sucursal donde se tendrían que realizar abortos. Solo Liliane L., jefa de servicio de dermatología, acepta. No hay anestesistas; se niegan… Sin embargo, dos médicos aceptan participar, aunque los turnos están mal pagados y los créditos son reducidos en 1978. Una huelga de los médicos implicados, apoyados por el MFPF, reúne a varios cientos de manifestantes el 17 de enero de 1979. Por último, el 17 de noviembre de 1979, día del debate de confirmación de la ley Veil, se organiza una nueva manifestación en la Place du Ralliement.
Con la victoria de la izquierda en 1981 y el descenso del militantismo radical, la Planificación Familiar se convierte en el relevo de todos los movimientos de mujeres. En la década de 1990, el declive militante afecta tanto a la Planificación Familiar como a todo el ámbito asociativo. Pero el MFPF recibe más subvenciones, se institucionaliza y, como movimiento de educación popular, participa en la educación y la sexualidad en los centros escolares. En 2002, el ayuntamiento crea un «espacio de mujeres» en el número 35 de la rue St Exupéry. Ahí se instala la Planificación Familiar junto con otras asociaciones feministas y de mujeres.